MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El sindicato USO denunció este viernes que el precio de los alimentos se ha incrementado un 26% en los últimos dos años, por lo que exigió a las administraciones «mano dura» para luchar contra la especulación de las empresas y asegurar que medidas como la bajada del IVA de algunos productos básicos lleguen realmente al bolsillo de los consumidores.
La especulación de algunos se ha comido la bajada impositiva. Con lo cual, no hay un beneficio para las familias, que era el espíritu de la medida, pero sí un empobrecimiento de las arcas públicas. Urgimos a que dejan de jugar a pasarse el globo de agua y decidan a quién le explota», declaró el sindicato tras publicarse este viernes el dato definitivo de IPC de septiembre por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A su juicio, «bien Competencia o bien un Ministerio tiene que asumir las competencias de investigar y sancionar a los que se han enriquecido ilícitamente, y actuar con mano dura para que se vea la bajada del IVA en los bolsillos de la gente y no en las cuentas empresariales».
Este sindicato destacó que la mayor influencia en las subidas de septiembre la tienen la electricidad y el transporte. Esto último, además, golpea especialmente a los territorios extrapeninsulares, donde provoca un encarecimiento general del resto de productos. Todos ellos tienen un índice superior al 4%, más alto en las ciudades autónomas que en las islas. Únicamente Cantabria registra subidas así en la Península.
Pero, aunque los alimentos no son el principal factor de encarecimiento de la cesta de la compra en septiembre, USO indicó que el acumulado es «insostenible» para la economía familiar. Con base en 2021, la alimentación básica se ha encarecido un 26% y el transporte un 15,2%. «Son los dos gastos esenciales en un hogar y son los que están por encima de la media, del 13,3 %. El otro que lo supera, por efecto directo de ambos, es el de la hostelería, que ahoga a microempresarios y autónomos», añadió.
«Todo esto, mientras los salarios por convenio suben un 3,41 %. Sí, casi igual que el IPC actual, pero muy por debajo de la subida que realmente se lleva el salario: la de los alimentos, la vivienda y el transporte», apuntaló el secretario general de USO, Joaquín Pérez.
En este sentido, el dirigente sindical exigió que el próximo Gobierno priorice la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y el ajuste de la jornada laboral a la jornada real. «Tanto uno como otro tirarán de los más vulnerables, con subidas de los salarios más bajos y la revalorización de la jornada parcial», remarcó.