MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
La patronal sectorial Confemetal alertó este miércoles de que la morosidad en los pagos es una problemática que tiene «graves repercusiones», ya que una de cada cuatro quiebras empresariales en la Unión Europea se debe a retrasos en el pago de facturas.
«La morosidad se origina, en gran medida, por desequilibrios en el poder de negociación entre grandes clientes (deudores) y proveedores más pequeños (acreedores), lo que obliga a estos últimos a aceptar condiciones de pago abusivas», explica Confemetal en su informe de coyuntura económica correspondiente al mes de octubre.
En promedio, una de cada dos facturas resultantes de operaciones comerciales se paga con retraso o, en ocasiones, no se paga en absoluto. Este problema se agrava durante períodos de crisis económica e inestabilidad. Para Confemetal, las pymes, que dependen de flujos regulares de efectivo, son «especialmente vulnerables» a los retrasos en los pagos y a sus efectos perjudiciales.
Para abordar este problema, esta patronal señala que la Comisión Europea propone un nuevo reglamento que revisa la Directiva actual de 2011 sobre morosidad en operaciones comerciales. A su juicio, el objetivo de esta revisión es promover la equidad en las operaciones comerciales, fortalecer la resiliencia de las empresas y las cadenas de suministro, fomentar la digitalización y mejorar la cultura financiera de los empresarios.
La Comisión Europea lanza esta nueva propuesta puesto que ha entendido que la morosidad tiene un «efecto dominó» que conduce a mayores retrasos en los pagos, lo que afecta negativamente a la competitividad de las empresas de la UE al aumentar los costos de financiamiento y hacer que pierdan oportunidades de inversión.
Además, considera que puede dar lugar a «quiebras, pérdida de empleos, reducción de la confianza en el mercado y una menor participación de las pymes en contrataciones públicas, lo que afecta a la prestación de servicios esenciales».
«Pese a que el proceso legislativo acaba de empezar y hay mucho que decir sobre el tema, una vez aprobada la propuesta de reglamento, la Comisión considera que se mejorará la liquidez en la economía real, se reducirán los costos y se promoverá la confianza en el mercado, lo cual tendrá un beneficio para las empresas en general y por supuesto en las empresas del metal», ahonda esta organización.
No obstante, precisa que la aplicación de las nuevas normas comenzará un año después de su entrada en vigor una vez sean adoptadas por el Parlamento Europeo y el Consejo, algo que, según advierte, «no gusta a algunos sectores pues si no es aprobada por el actual parlamento en esta legislatura, su aplicación se podría alargar hasta enero de 2026».
