MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El Partido Popular puso este martes sobre la mesa la posibilidad de incentivar el ahorro energético con la dotación de ayudas financieras directas a familias y empresas que moderen su consumo entre un 5% y un 15%.
Así lo afirmó el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, en una entrevista en Antena 3 recogida por Servimedia, en la que señaló que esta es una de las medidas recomendadas por Bruselas de cara a reducir la dependencia energética de Rusia en el marco de la guerra de Ucrania, sin mermar ni a la industria ni al empleo. Esta propuesta será parte del plan de ahorro energético que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, presentará en las próximas fechas.
Bravo defendió que estas ayudas directas fomentarían la «voluntariedad» frente a la «imposición» y serían «bien recibidas» por el conjunto de los españoles y administraciones, ya que cumplirían con la gobernanza con comunidades autónomas y materializarían una de las propuestas planteadas por Europa, además de sortear la obligatoriedad.
En concreto, el exconsejero de Hacienda de la Junta de Andalucía explicó que estas ayudas serían una suerte de «compensación» a aquellas industrias que hagan el esfuerzo de «parar su producción» para lograr esa moderación de su consumo energético, así como a las familias que «consigan ahorrar un 5%, 10%, 15% y puedan acreditar su esfuerzo».
No obstante, reconoció que piensa que las familias y empresas ya han llevado a cabo esta reducción de su consumo energético porque la subida de los precios de la luz afecta «a su bolsillo», pero insistió en que es positivo todo lo que sea «incentivar».
NUCLEARES
Preguntado por la reunión de este jueves con el Gobierno para debatir las nuevas medidas de ahorro energético que irán en el segundo paquete de actuaciones, Bravo avanzó que el PP no plantea la moratoria del cierre de energéticas como una «línea roja» en las negociaciones, pero exigió al Ejecutivo hacer lo mismo.
En este sentido, pidió escuchar y ver «lo que está pasando en el panorama internacional», y recordó que Bruselas consideró a la energía nuclear como una fuente verde de transición al igual que el gas, pese al «veto» que se ha llevado a cabo en España.
Apuntó que en el contexto internacional las medidas son «totalmente distintas» porque en Europa hay ya más de 400 centrales nucleares en marcha y «más de 425 en construcción o proyectadas», mientras que, en España, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, «demoniza» este sector.
En Génova defienden que la moderación del consumo de gas no puede llevarse a cabo solo con una reducción del gasto energético, sino también potenciando las diferentes tecnologías existentes. Así las cosas, Bravo pidió dar «el primer paso» y suspender el cierre de las nucleares, en vez de «llevar las ideologías al radicalismo».
Asimismo, abrió la puerta a tirar de las centrales térmicas y el carbón para aumentar la producción de la energía y defendió que esta es una solución que Bruselas ha puesto encima de la mesa. «Y si lo dice Europa poco más podemos decir», apostilló.
SISTEMA FIJACIÓN DE PRECIOS
Por último, sobre la vocación de Europa de cambiar la fijación de precios de la energía en el mercado mayorista, Bravo aplaudió este «replanteamiento» porque el sistema «estaba pensado en un momento con una finalidad de potenciar las energías renovables» y «la situación ha cambiado».
Sin embargo, dejó claro que la transición energética «se tiene que producir», aunque defendió que no puede llevarse a cabo «contra el bolsillo de los españoles».
