MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones, Ione Belarra, comentó este viernes que cuando la Agenda 2030 se reduce a llevar un «pin en la solapa» y en un subterfugio que utilizan las «grandes empresas» como un «lavado de cara verde y morado» se «quiebra seriamente la legitimidad y las posibilidades de transformación feminista, ecologista y social».
Lo dijo durante su intervención en la inauguración del encuentro ‘Acelerando la localización de la Agenda 2030’, que, organizado en el marco de la Presidencia española del Consejo de la UE, se celebró en la sede del Instituto Cervantes en Madrid.
Ione Belarra destacó que la Agenda 2030 es «el mayor acuerdo internacional que ha ratificado nunca la comunidad internacional, tanto por su extensión como por su ambición» y defendió su vigencia, apoyándose en la utilidad que sus «líneas maestras» han evidenciado para «afrontar las dificultades que el mundo ha vivido en los últimos años».
Esto le sirvió para reivindicar que aquellos países que, como España, la han tenido como guía en «la acción política, social y económica en esta difícil legislatura en Europa han demostrado una mayor resiliencia, una mayor capacidad de protección a la ciudadanía y un mejor desempeño económico».
Tras recordar que la Agenda 2030 se encuentra en el frontispicio de la Presidencia española del Consejo de la UE, llamó a trabajar para conseguir que los ciudadanos la sientan como algo suyo, haciéndoles ver que su contenido «se ocupa de sus problemas cotidianos».
En ese sentido, atestiguó que la Agenda 2030 está sometida a un «fuerte cuestionamiento por parte de las posiciones políticas más extremistas», por lo que conminó a «reforzar su legitimidad» promoviendo su «localización, participación de todos los actores y vinculación cotidiana con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)».
Por ello, advirtió de que cuando la Agenda 2030 «se convierte en un pin en la solapa, en un logro para que las grandes empresas hagan un lavado de cara verde y morado se quiebra seriamente la legitimidad y las posibilidades de transformación feminista, ecologista y social».
Ione Belarra arguyó que «estar comprometidos con la Agenda 2030 significa ser exigente con los compromisos pendiente», lo que le sirvió para recordar que la UE tiene ante sí «importantes retos»: la brecha de género en el empleo, acelerar en la transición ecológica, consolidar la justicia social y acabar con la pobreza infantil.
Por último, hizo suyas las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, a quien mostró su solidaridad por los ataques de Israel a cuenta de su posición sobre la situación en Palestina, para aseverar que «no se trata de romper las esperanzas, sueños, derechos y expectativas de todas las personas y de nuestro entorno».
